También el hilado de la lana es ocupación de toda mujer mapuche.
Con su uso que gira en torno a la tortera, va produciendo hilos de distinto grosor, dependiendo de la prenda que piensa fabricar.
En el proceso de teñido, usan nalca o relvún para los tonos rojos, maqui o barro para los negros, cochayuyo o radal para los tonos pardos.
Para tejer frazadas, mantas, choapinos y alfombras se usa el telar vertical, en que se distribuyen los complicados diseños y símbolos que se han transmitido de generación en generación.
Las fajas de hombres y mujeres, de textura y tejido más finos, se tejen en telares horizontales, tendidos en el suelo, como los usados en los Andes Centrales.